28 dic 2009

Economía Sumergida. Los defectos de un país de pícaros

En el dia de hoy el periódico el Economista sacaba un artículo en el que señalaba que según un estudio de Deustche Bank, los países con mayor economía sumergida estaban pasando con menores dificultades la crisis. Y no se trata de una inocentada.

Que en nuestro país hay una gran bolsa de economía sumergida, eso lo sabe hasta el más bobo. Yo mismo hace años para poder trabajar haciendo extras y poder pagarme los estudios, llegaba a restaurantes varios de playa y preguntaba. Y la respuesta era, si, pero sin contrato. Y como eso, hay miles de personas, y no lo hacen de manera "sumergida", sino con total descaro. Simplemente conociendo un poco a la gente, se puede ver donde está "el tinglado". Sin embargo, parece que eso no es prioridad del Gobierno, sea este o del PP, sea el Gobierno de la Generalitat o un Gobierno de la Generalitat socialista.

En primer lugar, en España la cultura de pagar impuestos no ha sido asimilada. Quiza los gobernantes no han hecho pedagogia suficiente. La gente tiene la impresión de que paga demasiados impuestos y que se gestionan mal, primer punto, para que la gente común de la calle incluso simpatice con los sinvergüenzas que defraudan. Por otro lado es cierto, y en eso coincidimos muchos, que los autonomos y las PYMES están sangrados a pagos, entre impuestos, Seguridad Social, al no tener la posibilidad en muchos casos de reducir esos gastos de forma legal, por no tener la asistencia juridica y fiscal que tienen las grandes empresas. Y algunos de estos, optan por reducir esos pagos defraudando. Pero esa no es la solución, es una estafa a los contribuyentes, es decir, a todos.

Todo ello, unido a la picaresca española, hace que muchos creen empleo sumergido. Y el Estado, que tiene la obligación moral de reprimirlo, no hace gran cosa, o no pone todo los recursos que debiera. Por cada inspector fiscal que contratase, amortizaría el sueldo con creces, devolviendo a las arcas del Estado gran parte de los recursos estafados. Porque la situación es, directamente, un mundo al revés con todas las letras. Los que defraudan tienen todos los servicios del Estado: Educación, Sanidad, Justicia Gratuita. Y ganan más que los que cumplen. Con lo cual, se produce una brutal paradoja: El autónomo o pyme responsable gana menos, pero paga más y además recibe menores servicios del Estado, pues muchos de ellos no le corresponden por su nivel de ingresos. Mientras el estafador tiene todos los servicios, pues su renta es igual a cero, costeados por el honrado, y encima gana más que el otro.

El resultado que se está produciendo por ello es que los negocios de la gente decente se hunden, mientras los negocios de la gentuza, pues no tienen otro calificativo, prosperan. Hace poco tiempo la asociación de inspectores de Hacienda, GESTHA, denunciaba la inacción de las administraciones para perseguir la economía sumergida. Cifrana en 100.000 millones de euros el coste de dicha economía y los ingresos que genera. Simplemente, simplificando, si el 20% de este dinero fuera a las arcas del Estado, no solamente no sería necesaria una reforma de los impuestos, sino que se podrian bajar.

Pero es el deber de quienen tienen la responsabilidad de Gobierno de hacer que la gente interiorice eso, que quien defrauda, que quien tiene un negocio sin declarar no es un espabilidado, ni un listillo, ni un emprendedor. Es, simple y llanamente un LADRON y un SINVERGÜENZA. Y si los diferentes gobiernos no lo persiguen ni ponen los recursos que solo tiene la Administración para hacerlo, se convierten en COMPLICES.

Dice el dicho que no hay peor ciego que el que no quiere ver.... Pues asi estamos, señores.

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